Vas al supermercado a hacer la compra de la semana, pensando en gastarte 40 ó 50 euros, y acabas saliendo con el carro lleno y pagando una cuenta de más de 100. ¿Te suena esta situación?
No te preocupes, es normal. A todos se nos ha ido de las manos alguna compra, pero si te ocurre de forma habitual, aquí tienes algunos consejos y trucos para ayudarte a evitarlo.
Llévate siempre una lista de la compra
Está más que comprobado que cuando improvisamos acabamos comprando más (a veces mucho más) de lo necesario. Así que comprueba previamente qué necesitas, elabora una lista de la compra y cíñete a ella. Por supuesto que esta lista siempre puede estar abierta a algún capricho, pero procura que esto sea la excepción y no la regla.
No vayas al supermercado con hambre
Intenta no llevar muchas horas sin comer cuando hagas la compra. La razón es simple: cuando tienes mucha hambre, casi cada cosa que veas “te apetecerá”, y además el cuerpo te pedirá comprar mayores cantidades de todo, que probablemente luego compruebes que no necesitas o incluso puede caducarte en casa.
Comprueba el precio por unidad o por kilo
A la hora de comparar precios entre varias marcas del mismo producto, debes hacerlo por unidad o por kilo, para que la comparación sea correcta.
Consume marcas blancas
Todo el mundo puede tener un producto de determinada marca que le guste mucho y que realmente marque la diferencia y merezca la pena pagar la diferencia de precio. Pero, salvo excepciones, los productos de marca blanca tienen una calidad/sabor muy similar a las marcas conocidas, y en cambio la diferencia en precio suele ser bastante notable.
Compra al por mayor si es posible
Sobre todo cuando se trate de productos no perecederos, pues el precio por unidad es mucho menor cuando se compran grandes cantidades. Asegúrate de que vas a consumir todo lo que compres.
Trata de comprar productos con descuento
Nunca está de más beneficiarse de algún descuento promocional. Eso sí, asegúrate de dos cosas: que es un producto en el que estás interesado (algo que comprarías aunque no tuviera descuento), y que el descuento sea real, pues a veces los supermercados ponen etiquetas un tanto engañosas. Lo mejor para comprobar el descuento es mirar el precio por unidad o por kilo.
Sé fiel a un supermercado barato
Hay supermercados más baratos y menos baratos. Este punto se divide en dos: si encuentras un supermercado barato, ya estarás ahorrando una cantidad importante de dinero respecto a otro más caro. Y si eres fiel a ese supermercado (sin que esto llegue a ser la razón clave para elegir supermercado), podrás aprovechar los programas de fidelización y descuentos de dicho supermercado.
Compra productos de temporada
Los productos de temporada tienden a ser más baratos que los que no lo son.
Sé consciente de las estrategias de venta
Quizás ya lo sepas, pero la colocación de los productos por parte de un supermercado no es nada aleatoria: lo normal es que los productos de primera necesidad estén al fondo del todo, obligándote a pasar por sitios que en el fondo no te interesan. Por otra parte, los productos que colocan en las cajas también obedecen a la estrategia de que se te antojen y los cojas a última hora. Cíñete a tu lista y no piques.
Al principio puede parecer demasiado trabajo para algo a priori tan cotidiano como hacer la compra, pero, como en todo, con el tiempo aprenderás qué tipo de productos te benefician más, cuánto consumes realmente, etc., y el proceso se acelerará mucho y se volverá más cómodo.
Cada familia gasta de media casi 400€ al mes en el supermercado, y la cantidad que te ahorres al cabo de un año poniendo en práctica estas medidas puede ser superior a los 1.000€, de modo que es algo que merece la pena.
¿Conocías alguno de estos trucos para ahorrar haciendo la compra? ¿Conoces algún otro que no haya mencionado? Si es así, ¡te espero en los comentarios!