Introducción

Invertir no solo implica elegir productos financieros y esperar resultados. También significa entender cómo tributan esas inversiones. En España, la fiscalidad es un aspecto clave: puede marcar la diferencia entre una estrategia rentable y una que se queda corta. Este artículo explica de manera sencilla cómo funciona la tributación de las inversiones más comunes.

Rendimientos del capital mobiliario

Los beneficios que obtienes de tus inversiones se consideran “rendimientos del capital mobiliario”. Aquí entran dividendos, intereses de bonos o depósitos, y ganancias de fondos. Todos ellos se integran en la base del ahorro del IRPF.

Tipos de impuestos aplicables

En España, los rendimientos del ahorro tributan en tramos:

• Hasta 6.000 €: 19%.
• De 6.000 a 50.000 €: 21%.
• Más de 50.000 €: 23%.

Esto significa que cuanto más ganes, más porcentaje pagarás.

Dividendos de acciones

Cuando una empresa reparte beneficios, los accionistas reciben dividendos. Estos se consideran rendimientos del capital mobiliario y tributan según los tramos anteriores. Es importante recordar que no se aplican reducciones: todo dividendo se declara.

Fondos y ETF

Las ganancias de fondos y ETF se consideran plusvalías. Si vendes participaciones con beneficio, tributas por la diferencia entre el precio de compra y el de venta. La ventaja es que puedes compensar pérdidas de otros productos, reduciendo tu carga fiscal.

Planes de pensiones

Los planes de pensiones tienen ventajas fiscales: las aportaciones reducen la base imponible del IRPF. Sin embargo, al rescatar el dinero, tributa como rendimiento del trabajo. Es útil para ahorrar impuestos hoy, aunque hay que planificar cómo rescatarlo en el futuro.

Compensación de pérdidas y ganancias

Si una inversión te genera pérdidas, puedes compensarlas con ganancias de otras. Por ejemplo, si pierdes 1.000 € en acciones y ganas 1.500 € en fondos, solo tributas por 500 €. Esta herramienta es clave para optimizar tu declaración.